Mujeres Indígenas discutimos y desarrollamos estrategias para avanzar en la implementación de la RG39

17 de abril 2023.- En un evento paralelo a la sesión 22 del Foro Permanente de las Naciones Unidas sobre Cuestiones Indígenas (UNPFII) en la sede de la ONU, en Nueva York, Indigenous Peoples Rights International (IPRI), UN Voluntary Fund for Indigenous Peoples, Inuit Circumpolar Council (ICC), The Christensen Fund, The Institute for the Study of Human Rights at Columbia University, el Foro Indígena de Abya Yala, y el Foro Internacional de Mujeres Indígenas (FIMI), nos reunimos para seguir avanzando en la implementación de la Recomendación General Número 39 (RG39) de CEDAW, un logro histórico para las Niñas y Mujeres Indígenas de todo el mundo, considerando las múltiples formas de discriminación que enfrentamos.

El UNPFII es un órgano asesor que promueve el respeto y la aplicación plena de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, y en esta emisión fue un puente clave para reunirnos con instituciones internacionales, agencias de la ONU y Organizaciones Indígenas, para continuar avanzando en la implementación de la RG39, un instrumento de derechos humanos legalmente vinculante que contempla las diferentes dimensiones de la discriminación que sufren las Mujeres Indígenas como mujeres,  y como miembros de Pueblos Indígenas.

Durante la apertura del encuentro, Joan Carling, activista Kankana-ey Igorot de Filipinas, Directora Ejecutiva de IPRI, explicó que la recomendación aborda los derechos individuales y colectivos de las Mujeres Indígenas, “específicamente los problemas y preocupaciones de las defensoras Indígenas, y reconoce los riesgos, las diversas formas de ataques que las afectan cuando practican sus actividades de subsistencia como parte del acceso y control sobre sus tierras y recursos naturales”, La implementación, añadió, es importante porque  llama a los Estados a garantizar que las defensoras no sean objeto de represalias o criminalización por su trabajo, advirtió.

La presidenta de FIMI, Tarcila Rivera Zea, Quechua de Perú, aseguró que la apropiación de la recomendación implica grandes desafíos, “debemos incidir en nuestras propias organizaciones para que la implementación no sólo beneficie a niñas y mujeres, los Pueblos Indígenas deben utilizarla para influir en una política nacional que sirva directamente a las comunidades”, comentó.

En su mensaje de apertura, la lideresa Arhuaca Leonor Zalabata Torres, embajadora de Colombia ante las Naciones Unidas, afirmó que “la participación social en las decisiones de los Estados juega un papel importante para la paz, el desarrollo sostenible de la tierra, la hermandad y la solidaridad de los pueblos”. La Recomendación Número 39 de la CEDAW, agregó, “nos permite decidir cómo queremos vivir nuestras culturas, en consenso y en unidad con nuestras realidades”. Las Mujeres Indígenas “hemos tenido un papel relevante en esto porque hemos podido garantizar y asegurar la sabiduría ancestral y con ella, la permanencia que tenemos como Pueblos Originarios”.

Gladys Acosta, Expresidenta del Comité de la CEDAW, comentó que “en un momento donde las dinámicas de la muerte parecieran querer imponerse, la RG39 es una reflexión amplia sobre las reglas de la vida y su prevalencencia”. Lo que hemos hecho con la recomendación, de la mano de mujeres y organizaciones indígenas, aseguró, “es recoger respetuosamente la cosmovisión, la espiritualidad de los pueblos y reconocer la conexión profunda entre sus derechos, los territorios y los recursos naturales de las comunidades”. La Recomendación General Número 39 “es un instrumento de lucha”, apuntó.

Además “rescata la obligación que tienen los Estados parte de brindar acceso a la educación, a la salud y a la participación política dentro y fuera de las comunidades, y los exhorta a tomar medidas contra la violencia de género, incluidas las perpetradas por las fuerzas estatales o paraestatales”, advirtió.

Nukila Evanty, Directora Ejecutiva de Women Working Group (WWG) y Rosalee González, Co-Coordinadora Region Norte del Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las Américas (ECMIA), coincidieron en que el racismo estructural agravado por la discriminación de género sigue siendo una realidad cotidiana para las Niñas y Mujeres Indígenas del mundo. La RG39 “responde a un llamado permanente de los Pueblos Originarios por crear un instrumento específico para promover y proteger nuestros derechos, y representa una lucha creciente por una mayor inclusión preservando la identidad cultural de nuestros pueblos”, aseguró González.

La Subsecretaria General de las Naciones Unidas y Directora Ejecutiva Adjunta de ONU Mujeres, Åsa Regnér, reconoció las alianzas valiosas que Mujeres y Organizaciones Indígenas establecieron para lograr una recomendación estratégica, y señaló que es importante que todas y todos continuemos trabajando en su aplicación. “Hay evidencia de que las Niñas y Mujeres Indígenas tienen tres veces más posibilidades de sufrir violencia de las que no lo son. Las defensoras Indígenas incluso, son asesinadas por garantizar los derechos de otras mujeres y sin embargo, estos ataques no son parte de las noticias que vemos en los titulares”. Las acciones que impulsemos, dijo, deben ayudar a visibilizar el grado de violencia que realmente se vive.

Sara Olsvig, Presidenta Internacional de Inuit Circumpolar Council (ICC), recordó cuando el gobierno danés forzó la implantación de anticonceptivos en mujeres para reducir la natalidad en Groenlandia. “Entre 1966 y 1975 unas 4 mil 500 niñas y mujeres Inuit recibieron un dispositivo intrauterino (DIU), incluso sin su conocimiento”, explicó. Este proyecto de planificación familiar forzada, violentó la salud de las mujeres quienes sufrieron durante varios años dolores, infecciones y problemas para quedar embarazadas, aseguró. “La recomendación que tenemos en nuestras manos podrá ayudarnos para que nunca más sucedan violaciones en los cuerpos de las mujeres  tan vergonzosas como ésta”, opinó.

Para finalizar el encuentro, Puyr Tembé, presidenta de la Federação Estadual dos Povos Indígenas do Pará  (FEPIPA), explicó que la organización de Mujeres Indígenas en Brasil es relativamente reciente, pero “hemos logrado fortalecer y multiplicar nuestras voces ocupando espacios institucionales que nos ayuden a crear políticas públicas más acordes a nuestras necesidades e intereses”.

“Desde dentro del gobierno hemos logrado avances significativos en el reconocimiento formal de nuestros derechos, y la Recomendación General Número 39 es una herramienta pertinente que nos reconoce como Mujeres Indígenas agentes de cambio, dentro y fuera de nuestros pueblos, y nos permite llegar al pleno ejercicio de nuestros derechos políticos”, finalizó.

Mujeres Inuit del Ártico diseñamos estrategias de colaboración entre Organizaciones Indígenas y la ONU, en la implementación de la Recomendación General de CEDAW nro.39

20 de abril 2023.- Para fortalecer el movimiento de mujeres Inuit del Ártico y mantener un diálogo sobre la implementación de la Recomendación General Número 39 (RG39) de la CEDAW, nos reunimos en un evento paralelo a la sesión 22 del Foro Permanente de las Naciones Unidas sobre Cuestiones Indígenas(UNPFII), gracias a la organización de Inuit Circumpolar Council (ICC), la Misión Permanente de Dinamarca en Nueva York y el Foro Internacional de Mujeres Indígenas (FIMI), con el objetivo de promover la aplicación de este instrumento internacional vinculante con el que se exige a los Estados que protejan los derechos individuales y colectivos de Niñas y Mujeres Indígenas del mundo.

En la apertura del diálogo Binota Moy Dhamai, Presidente del Mecanismo de Expertos sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (2022-2023), un órgano subsidiario del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, explicó que la RG39 que se ha adoptado gracias al arduo trabajo de los movimientos de Mujeres Indígenas, reconoce las voces de las niñas, jóvenes y mujeres como agentes impulsoras y lideresas dentro y fuera de sus comunidades.

“La Recomendación General identifica y aborda las diferentes formas de discriminación interseccional a las que se enfrentan, pero también mandata el acceso a la justicia”, aseguró Moy Dhamai. “Ellas han trabajado arduamente para que las mujeres y niñas Inuit afectadas por el gobierno danés con la implantación de anticonceptivos para reducir la natalidad en Groenlandia, en las décadas de los sesenta y setenta, no vuelvan a repetirse”, afirmó.

Durante su intervención Tarcila Rivera Zea, Presidenta de FIMI, dio una breve introducción sobre la RG39. Recordó que desde hace 30 años diferentes organizaciones de Mujeres Indígenas se han articulado en una red continental para velar por sus derechos. “Teníamos muchos instrumentos internacionales que trabajaban en garantizar la igualdad entre mujeres y hombres, pero faltaba una piedra angular que abordara de manera específica la protección de los derechos de Niñas y Mujeres Indígenas”, aseguró.

Rivera Zea reconoció que la implementación de la RG39 es un desafío. “La recomendación tiene como objetivo orientar a los Estados sobre medidas legislativas, políticas y de otro tipo pertinentes para garantizar el cumplimiento de sus obligaciones en relación con los derechos de Niñas y Mujeres Indígenas. Necesitamos fortalecer la negociación entre los gobiernos de los Estados y los enlaces internacionales. Necesitamos poner a discusión la implementación para bajarla de lo global a lo local, y desde ahí combatir la corrupción para fortalecer el acceso a la protección de los derechos y el acceso a la justicia”, explicó.

La Presidenta de Pauktuutit Inuit Women of Canada, Gerri Sharpe, agradeció el diálogo que a partir de esta reunión se estableció entre representantes de organizaciones internacionales y las mujeres Inuit que habitan en las diferentes regiones árticas del mundo.

“Estamos comprometidas en garantizar que los derechos humanos y las prioridades de las mujeres Inuit se incluyan de manera equitativa en el Plan de Acción de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, que ahora está desarrollando el gobierno federal de Canadá, en asociación con organizaciones indígenas”, declaró Sharpe. La RG39 será una excelente herramienta para el trabajo colaborativo con las diferentes autoridades locales, aseguró.

Tove Søvndal Gant, integrante del UNPFII, reconoció que en algunos de los países que han ratificado su participación en los programas de protección a las mujeres, existen desigualdades, violencias estructurales y los índices de corrupción son alarmantes. “La voluntad política de los funcionarios estatales será clave para adaptar la recomendación a las circunstancias locales, y evitar que la deshonestidad impida su funcionamiento a cabalidad”, destacó.

Opinó además que “los gobiernos de Dinamarca y Groenlandia deben fortalecer su cooperación política y asegurarse de que el documento sea traducido a las lenguas indígenas respectivas, para que los pobladores lo puedan entender”.

Finalmente, sobre cómo diseñar estrategias de colaboración entre las Organizaciones Indígenas y la ONU, que impulsen la implementación de la RG39, la Co-Coordinadora de la región norte del Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las Américas (ECMIA), Rosalee Gonzalez, explicó que lo más importante es continuar fortaleciendo la participación política y ciudadana de las Mujeres Indígenas frente a la Asamblea General.

“Necesitamos la capacitación de las Mujeres Indígenas en la ONU para que estemos altamente calificadas y tengamos expertas en la Oficina del Alto Comisionado que conozcan nuestras necesidades y problemáticas dentro y fuera de los territorios indígenas”, aseguró. 

Las lideresas, dijo, cumplen un rol muy importante en el monitoreo y vigilancia de las acciones puestas en marcha por los gobiernos para garantizar la implementación efectiva, además estas mujeres integrantes de las organizaciones de la sociedad civil pueden presentar informes alternativos a los comités, mostrando las lagunas y los desafíos en la aplicación de la recomendación que pueden no ser mencionados en los informes oficiales presentados por los Estado, puntualizó.

Mujeres Indígenas abren diálogo estratégico en la CSW67 entre actores claves, mecanismos de las Naciones Unidas y comunidad de donantes para la efectiva implementación de la RG CEDAW 39

10 de marzo 2023.- Para fortalecer el movimiento de Mujeres Indígenas y acordar una agenda de incidencia global entre actores claves, Estados miembros, aliados, aliadas y mecanismos de las Naciones Unidas que garanticen el uso de la Recomendación General 39 de CEDAW (RG39), que protege los derechos individuales y colectivos de las Niñas y Mujeres Indígenas, el Foro Internacional de Mujeres Indígenas (FIMI) y la Subdivisión de Pueblos Indígenas y Desarrollo de la Secretaría del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas (IPDB/SPFII), realizaron un diálogo estratégico para ampliar la difusión de la recomendación, determinar y acelerar los próximos pasos que garanticen su aplicación alrededor del mundo.

El evento realizado en el marco de la 67va. sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW67) en la ONU, reunió a lideresas Indígenas de redes regionales de Asia, África, las Américas, Ártico y el Pacífico, delegaciones gubernamentales y donantes con el objetivo de debatir sobre los avances y brechas en la implementación de la RG39, y la oportunidad que implica para frenar la discriminación que enfrentan las Mujeres y Niñas Indígenas.

Durante la apertura del encuentro, Tarcila Rivera Zea, Quechua de Perú, Presidenta de FIMI, aseguró que el primer desafío en la aplicación de la recomendación será hacer que los Estados miembros generen políticas públicas que contribuyan al empoderamiento individual y colectivo de Niñas y Mujeres Indígenas alrededor del mundo. “La implementación no será fácil. Hemos trabajado ardua y solidariamente a nivel local, regional y mundial tocando la mente y el corazón de los tomadores de decisiones claves para lograr la protección a los derechos de mujeres y niñas”, señaló.

La Senadora Malarndirri McCarthy, Viceministra de Salud Indígena en el territorio Norte de Australia, advirtió que como mujer experimentóde primera mano las violencias. “La población Indígena, especialmente las mujeres, deben incluirse en todos los niveles del proceso de toma de decisiones para reflejar sus fortalezas, conocimientos e identidades culturales.

Explicó que en Australia la implementación de la RG39 se hará “mediante la instalación de un órgano consultivo permanente, que asesore al parlamento sobre los asuntos que impactan a este sector. Estaremos trabajando en colaboración con actores políticos y la comunidad de donantes para lograr objetivos económicos, sociales y reformas prioritarias en el marco de nuestro acuerdo nacional para cerrar las brechas. Las autoridades están decididas a garantizar que el parlamento australiano trabaje en conjunto con los Pueblos Originarios para mejorar sus vidas”, aseguró.

Haley Bathern, una jóven Aṉangu de Australia, maestra en una escuela local de Niñas Indígenas, agradeció este diálogo diciendo, “no hay mejor espacio para promover la implementación de la RG39, que servirá para mantener la conexión con sus conocimientos ancestrales, trabajar en el reconocimiento de sus derechos y construir espacios donde las mujeres jóvenes se sientan aceptadas, independientes económicamente y logren generar cambios en sus comunidades”.

Conectada al evento de manera remota Leticia Bonifaz, experta del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) de la ONU, señaló durante la reunión que “no es posible imaginar un mundo donde no se reconozcan y valoren los usos ancestrales y cosmovisiones de las comunidades y Pueblos Originarios”, en este sentido, dijo, la recomendación es un documento histórico que se construyó de las discusiones derivadas de Mujeres Indígenas de diferentes partes del mundo, quienes reflexionaron sobre temas nodales como educación, salud, trabajo y empoderamiento económico, y con un enfoque transversal por lo que reúne voces de mujeres con discapacidades, LGBTI+, migrantes o que están privadas de libertad aún sin conocer sus derechos.

Lo más importante, explicó Leticia Bonifaz, será difundir el contenido de la recomendación y que los Estados partes, a través de sus órganos de gobierno, generen políticas públicas que construyan cambios frente a las desigualdades y proporcionen acceso a la justicia”.

La Asesora sobre Estado de Derecho y Punto Focal sobre cuestiones indígenas en  ONU Mujeres, Beatrice Duncan, explicó que tras la adopción de la RG39 todos los Estados miembros deberán presentar un informe en el plazo de cuatro años para que el Comité examine cuáles han sido los alcances de la recomendación en la vida diaria de las Mujeres Indígenas.

En el informe, aclaró, deben describirse las medidas adoptadas y el Comité podrá solicitar que éste proporcione información adicional cada vez que lo considere necesario, a fin de saber cómo se están cumpliendo los derechos contenidos en la recomendación, incluidas las estrategias de colaboración con las organizaciones de Mujeres Indígenas a nivel país.

Mariam Bouraima, de la comunidad Fulani de Benin e integrante de African Indigenous Women’s Organization (AIWO), reiteró que “los Estados miembros deberán tomar medidas para acabar con la discriminación, y mediante la aplicación de la RG 39, involucrar en los órganos de decisión a las mujeres, “ellas deben participar directamente en la vida política de sus comunidades para prevenir y erradicar la violencia”, señaló.

Sobre cómo la Fundación Ford puede colaborar con los movimientos de Mujeres Indígenas para impulsar la implementación de la recomendación, Mónica Alemán, Directora del Programa Internacional de Justicia de Género, Racial y Étnica, explicó que para implementar la RG39, la Fundación Ford “asignará mayores y mejores recursos” a organizaciones de Mujeres Indígenas y otros grupos para que las normativas a nivel global no se queden simplemente en sueños sino que se hagan realidades locales. “Es importante iniciar y mantener un diálogo abierto y permanente con el Foro Internacional de Mujeres Indígenas, para identificar nuevas contrapartes que se sumen a la asignación de recursos financieros”.

Dijo que “una de las decisiones que hemos tomado es la de apoyar de forma política a los movimientos de Mujeres Indígenas que estamos apoyando de forma financiera”, esto abre una oportunidad importante para que las organizaciones que ya reciben acompañamiento de la fundación coparticipen de manera activa en los procesos de diálogo y definan en qué dirección quieren ir con las contrapartes u otros donantes.

Durante su intervención, Erika Unnis, de Saami Women’s Forum, aseguró  que aunque han habido varios compromisos internacionales previos destinados a proteger los derechos de los Pueblos Indígenas en general, y de las Mujeres Indígenas en particular, aún persisten vacíos normativos que dificultan el acceso de éstas a la seguridad alimentaria, a los recursos naturales de sus comunidades e identidades  culturales, lo que se manifiesta en un continuo despojo de sus lenguas, tierras, territorios y recursos naturales. Sin embargo, la RG39 representa “un nuevo punto de partida para que todas las mujeres que luchan por la defensa de estos derechos, y que habitan espacios rurales o no rurales, conozcan los recursos legales y administrativos que tienen para defenderlos”.

Para Eleanor Dictaan-Bang-oa, Kankanaey Igorot de Filipinas, de Asian Indigenous Women’s Network (AIWN), la recomendación aporta reflexiones importantes sobre la igualdad y la no discriminación con especial atención en las formas de discriminación cruzadas. “Como Niñas y Mujeres Indígenas vivimos formas de violencia interseccionales que están integradas a las estructuras de los Estados colonizadores y la manera sistemática en la que afectan la capacidad de ejercer nuestros derechos individuales y colectivos”, destacó.

Patricia Torres Sandoval, lideresa Purhépecha de México y fundadora de la Coordinadora Nacional de Mujeres Indígenas (CONAMI-México), advirtió que para construir una implementación eficaz y efectiva de la recomendación se requiere especialmente “de voluntad política y un presupuesto adecuado de los Estados y la comunidad de donantes para que de forma colaborativa se puedan construir programas y políticas acordes a las necesidades de las Niñas y Mujeres Indígenas de todo el mundo”.

Nadine Gasman, Presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), reconoció que el mayor desafío para los diferentes gobiernos será garantizar la accesibilidad de la RG39 en los idiomas de los pueblos y acercarla a las comunidades para que más mujeres hagan suya esta herramienta de protección a los derechos desde la infancia.

“La apropiación institucional de la recomendación es clave para lograr la aplicación efectiva, las instituciones de todos los niveles, el federal, local, municipal y estatal. Desde el INMUJERES vamos a acompañar este camino para seguir asegurando la participación plena de Mujeres y Niñas Indígenas como protagonistas dentro y fuera de sus comunidades”.

Finalmente Gladys Acosta, Expresidenta del Comité de la CEDAW, señaló que este diálogo estratégico mostró la enorme potencialidad que tiene la recomendación en sí misma, y aclaró que “los Estados miembros tendrán la mayor responsabilidad para difundir la RG39 en todos los idiomas y mediante todos los canales”. Además manifestó que la apropiación de este instrumento internacional debe ser adoptada por organizaciones de mujeres, instituciones y actores políticos claves de forma colaborativa y coordinada”.

Mujeres Indígenas exhortamos la implementación efectiva de la Recomendación General 39 de CEDAW y la construcción de una era digital con pertinencia cultural e igualdad de género

06 de marzo 2023.- Para garantizar que los principios de inclusión e interseccionalidad guíen la innovación tecnológica y se reduzcan la discriminación y desigualdades de género, en el marco de la 67 sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW67) en la ONU, se llevó a cabo de manera paralela la Reunión de Coordinación de Mujeres Indígenas organizada por el Foro Internacional de Mujeres Indígenas (FIMI).

La CSW67 es el principal órgano internacional dedicado exclusivamente a la promoción de la igualdad de género y elaboración de normas internacionales que fomentan el empoderamiento de la mujer. Este año será además un espacio fundamental para amplificar nuestras voces y lucha por la implementación efectiva de la Recomendación General Número 39 (RG39) de CEDAW, un instrumento internacional vinculante para la protección de los derechos individuales y colectivos de las Niñas y Mujeres Indígenas del mundo.

En el evento nos reunimos lideresas de diferentes regiones, quienes reflexionamos sobre nuestros objetivos, logros, brechas y desafíos pendientes en la promoción y protección de nuestros derechos. Durante la reflexión, dialogamos sobre la obligación que los Estados parte asumieron para desarrollar e implementar políticas integrales que protejan de una forma efectiva los derechos y principios de igualdad sustantiva y de no discriminación, y coincidimos en la urgencia de que Niñas y Mujeres Indígenas participen en la construcción de una era digitalque acorte las brechas de género y fomente ecosistemas de innovación tecnológica inclusivos que eliminen las violencias.

La reunión inició con una ceremonia espiritual dirigida por Malia Nobrega-Olivera, indígena del Valle de Hanapēpē, Kona, Kaua’i en Hawaii, Directora de Asociaciones Estratégicas y Participación Comunitaria de la Escuela de Conocimiento Hawaiano, y del programa Loli Aniau, Makaala Aniau (LAMA).

Durante su participación Tarcila Rivera Zea, Quechua de Perú, Presidenta de FIMI, dio unas palabras cálidas de bienvenida, y recordó que el origen del Foro Internacional de Mujeres Indígenas conformado por organizaciones de siete regiones socio-culturales, está cimentado en torno a las reuniones que mantuvimos desde 1995 durante la firma de la Declaración de las Mujeres Indígenas de Beijing, “sentando las bases para nuestras reivindicaciones como indígenas y como mujeres”, dijo.

Hoy, más de 30 años después, los artículos con los que entonces “definimos nuestros derechos y posturas como Mujeres Indígenas, siguen más vigentes que nunca para recuperar, compartir, reflexionar y seguir proyectando nuestras aspiraciones a nivel global”, precisó Tarcila Rivera Zea.

En un video transmitido durante el evento, Lucy Mulenkei, Masai de Kenia, Cofundadora y Vicepresidenta de FIMI, dijo que la reunión será importante porque “escucharemos voces diversas que nutrirán nuestra experiencia trabajando en temas que impactan a las Mujeres Indígenas y a los Pueblos Indígenas en general”.

Teresa Zapeta Mendoza, Maya K’iche de Guatemala, Directora de FIMI, reconoció las alianzas estratégicas que se han dado a través del tiempo para lograr propósitos históricos comunes entre las Mujeres Indígenas de las diferentes regiones, a pesar de las violencias y las desigualdades. “Este año además de dialogar juntas sobre los desafíos que enfrentamos en la era digital para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas, estamos celebrando la aprobación de la RG39 que es un puente para asegurar nuestros derechos”.

“La Recomendación General es un hecho histórico que no sólo favorece a las Mujeres y Niñas Indígenas, sino a los derechos humanos de los Pueblos Indígenas de todo el mundo”, insistió.

Las hermanas participantes reconocimos que los gobiernos deben asumir responsabilidades y compromisos en la lucha contra las violencias, y nombramos algunas demandas y accionespara avanzar con la sociedad civil y otros actores claves para  implementar soluciones tecnológicas que permitan el empoderamiento y la transformación de roles y normas sociales tradicionales; promover el acceso que tienen las Mujeres Indígenas a las tecnologías digitales en zonas rurales y no rurales para disminuir las desigualdades; fortalecer, a través de la educación digital el sentir, vivir y pensar como mujeres pertenecientes a Pueblos Originarios; eliminar las brechas tecnológicas para garantizar los derechos de las Mujeres y Niñas Indígenas con discapacidades para que conozcan los instrumentos internacionales que las protegen; entender que la instalación de una infraestructura digital, especialmente en medios rurales, no es la solución para lograr la conectividad de todas porque es necesario, dijeron, aprender lo que limita a las mujeres en el manejo de la tecnología y generar estrategias de adopción y uso cercano a las usuarias y sus comunidades; generar y promover acceso a información sobre violencia digital o delitos cibernéticos contra jóvenes y Mujeres Indígenas.

Finalmente Teresa reiteró que la articulación de las mujeres ha sido fundamental para la adopción  de la Recomendación General 39 de CEDAW, y aseguró que esta es una oportunidad única para integrar las prioridades colectivas, la cosmovisión, las experiencias y las lecciones compartidas por parte de las Mujeres Indígenas para lograr un cambio transformador y garantizar la preservación de las distintas culturas y nuestras identidades individuales y colectivas.

La adopción de la Recomendación 39 de la CEDAW, un bastión en el impulso de los derechos humanos de las Mujeres Indígenas.

Con el convencimiento de que el trabajo coordinado a nivel local, regional, nacional e internacional será la clave para la implementación de la Recomendación 39 del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) sobre Mujeres y Niñas Indígenas. En este marco, se realizó un panel de discusión impulsado por el Foro Internacional de Mujeres Indígenas (FIMI), MADRE, e Indigenous Peoples Rights International (IPRI) y redes regionales de Mujeres Indígenas.

Teresa Zapeta, Directora Ejecutiva de FIMI, remarcó que son generaciones completas de Mujeres Indígenas las que han participado activamente, desde lo local a lo global. Lo que permitió llegar a la adopción de la Recomendación General  39. 

Al presentar la ceremonia de bienvenida, la señora Zapeta ofrendó la sagrada luz para todas nuestras ancestras y ancestros: “principalmente a todas las Niñas y Mujeres Indígenas que han ofrendado su vida para hacer este camino. Honramos su camino y existencia”.

Tarcila Rivera Zea, destacada activista quechua y coordinadora del Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las Americas.Además de presidenta de Chirapaq y de FIMI, mencionó como acciones importantesla articulación y el trabajo conjunto para lograr los objetivos comunes.

Señalando que el proceso se puede rastrear desde 40 años atrás, recordó  la recomendación del Foro Permanente de las Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas (UNPFII) en 2004.  En ella se le pedía al Comité de CEDAW incluir a Mujeres Indígenas en sus particularidades, lo que se reiteró en 2019. Además,  la señora Rivera Zea consideró que lo más relevante del proceso es que todas las mujeres del mundo sean y se sientan parte de él: “Es importante que juntas celebremos la aprobación de  esta recomendación general, quedando el gran desafío de su implementación en el escenario doméstico”

Joan Carling, activista Indígena de la Cordillera en Filipinas y Directora Ejecutiva de IPRI, apuntó que tomó más de 15 años para que la CEDAW discutiera una  recomendación sobre los derechos de las Mujeres y Niñas Indígenas. Señaló que la participación en el proceso de mujeres de las siete regiones del mundo demuestra la necesidad de reconocimiento de sus derechos individuales y colectivos y que estos son indivisibles. También señaló que se debería buscar que la Recomendación 39 contemple mecanismos de rendición de cuentas ante las violaciones a derechos humanos.

“El trabajo de la CEDAW ha sido fundamental para entender la no discriminación de las Mujeres y Ninas Indigenas. Por su parte, la Recomendación 39 es un hito para entender las obligaciones de los Estados en la protección efectiva, el carácter interseccional y el reconocimiento de las Mujeres Indígenas en toda su diversidad”, apuntó por su parte la señora Leonor Zalabata, miembro del Pueblo Arhuaco de Colombia y primera embajadora indígena ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).  

La señora Zalabata habló también del valor de hacer respetar el derecho al consentimiento previo, libre e informado en políticas relacionadas con el ambiente. Celebró que en el proceso de adopción de la Recomendación se reconozca a las Mujeres y Niñas Indígenas como lideresas y agentes transformadoras que tienen derecho a ser escuchadas. Señaló que el proceso es resultado del trabajo de organizaciones de mujeres “conectadas con la tierra y con las necesidades de nuestros pueblos”.

Margaretha Karlberg Uttjek, académica Sami, coincidió en la necesidad de implementar los derechos de las Mujeres y Niñas Indígenas a nivel local, regional y nacional, destacando los derechos colectivos. La señora Karlberg habló de la necesidad de tomar en cuenta el Consentimiento Previo, Libre e Informado en la Recomendación 39. Señaló la importancia de la inclusión de  las perspectivas interseccionales, integrando historias y experiencias en la recomendación, así como en  su implementación a todos niveles. Pese a que en las sociedades coloniales se desacredita el conocimiento ancestral. 

La Recomendación 39 es también un instrumento para educar al resto de las personas, sostuvo Lucy Mulenkei, Vicepresidenta de FIMI, fundadora y cofundadora de diversas redes Indígenas. La discriminación que se sufre en las Comunidades Indígenas viene de diferentes frentes e impacta de diferentes maneras. 

La señora Mulenkei recalcó la importancia de continuar con el debate y la promoción de los derechos de las Mujeres y Niñas Indígenas. Llamó a utilizar la Recomendación 39 como una herramienta que debe ser entendida por las Comunidades Indígenas. También mencionó su valor  como instrumento de inclusión de Mujeres Indígenas en espacios de toma de decisiones como Naciones Unidas y el sector privado. “Muchas veces, cuando nos miran piensan que no tenemos las habilidades, pero sí las tenemos. Como Mujeres Indígenas estamos yendo más adelante y tenemos que trabajar en conjunto”, aseveró.

Sonia Gutiérrez, abogada, política guatemalteca y defensora indígena de derechos humanos, recalcó la importancia de la  Recomendación 39 como algo integral para avanzar los derechos  y destacó que es una herramienta propia y específica de las Mujeres y Niñas Indígenas. 

Para una efectiva implementación, la señora Gutiérrez recomendó:  tomar en cuenta que es un bastión, una herramienta específica en el impulso de derechos humanos como Mujeres y Niñas Indígenas; que debemos apropiarnos de esa herramienta construida desde las mujeres; que se tendrá que lograr la mayor articulación hacia un plan de acción que permita implementar acciones; y que la herramienta es también una inspiración para fortalecer nuestro trabajo y exigir nuestros derechos.

Las expertas llamaron a todas las Mujeres y Niñas Indígenas a estar atentas a los procesos de implementación de la  Recomendación 39  que fue aprobada el 26 de octubre del 2022. Invitaron además  a participar con esperanza y fuerza de las coordinaciones que se establezcan para la plena realización de sus derechos  humanos.

*Para mayor información sobre la Recomendación General 39, visita: https://cedaw.fimi-iiwf.org 

https://www.ohchr.org/en/documents/general-comments-and-recommendations/general-recommendation-no39-2022-rights-indigeneous

CEDAW PARA MUJERES Y NIÑAS INDÍGENAS: UNA BRECHA CONVERTIDA EN CAMINO

Las mujeres somos diversas y desde nuestras identidades aportamos al mundo. A la vez, señalamos las desigualdades que enfrentamos las Mujeres Indígenas tales como la falta de acceso a las oportunidades educativas, económicas y sociales. Los Pueblos Indígenas somos el 6,2% de la población mundial (OIT, 2019)1 pero representamos el 15% de las personas más empobrecidas del mundo (UNPFII, 2020). El reciente Estudio global sobre la situación de las Mujeres y Niñas Indígenas, en el marco del 25 Aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, muestra que sistemáticamente las Mujeres Indígenas nos encontramos en la parte inferior de todos los indicadores sociales y económicos.2

Frente a este contexto, es necesario que las medidas que protegen nuestros derechos sean culturalmente apropiadas, tomando en cuenta las particularidades que nos impiden el pleno ejercicio de nuestros derechos. Es así que los instrumentos  internacionales deben ofrecer respuestas específicas para abordar las problemáticas que enfrentamos y garantizar el   acceso a la igualdad de oportunidades.  Un ejemplo es la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW por sus siglas en inglés), la cual los Estados miembros deben tomar acciones orientadas a respetar, proteger, promover y cumplir los derechos humanos de mujeres y niñas en todas las circunstancias. Es importante destacar que la Convención es un instrumento jurídicamente vinculante, esto quiere decir, que los Estados adheridos a esta convención, están obligados a cumplir con este mandato. 

En un mundo donde las mujeres, en todas nuestras diversidades, experimentamos una profunda desigualdad; este instrumento tiene una especial relevancia para nuestras vidas. Sin embargo, CEDAW no reconoce de manera específica a Mujeres y Niñas Indígenas como portadoras de derechos individuales y colectivos. Esto significa que, la Convención no ofrece una protección adecuada contra las múltiples discriminaciones que enfrentamos. 

Desde nuestra forma de percibir la vida, estamos conectadas con la Madre Tierra. Resistimos y combatimos la discriminación y violencias no solamente como mujeres individuales, sino como seres colectivos, intrínsicamente relacionadas a nuestros pueblos conformando un todo. Por ello, nos hemos dado a la tarea de incidir en espacios de toma de decisiones, teniendo como meta transformar las realidades de desigualdades e injusticias. 

Este proceso ha requerido la suma de voluntades a través de diálogos entre lideresas y organizaciones de Mujeres Indígenas, de organizaciones aliadas de la sociedad civil  así como perseverancia a lo largo del tiempo. Una tarea estratégica para mejorar la vida de 186 millones de Niñas y Mujeres Indígenas, que solo en colectivo podremos conseguir.

Iniciamos una brecha que se ha convertido en un camino. Hoy tenemos la fuerza del viento a nuestro favor.  Hermanas, sin perder el paso fuerte y constante, FIMI, las redes regionales de Mujeres Indígenas y MADRE  les invitamos a sumarse a la Campaña CEDAW para las Mujeres y Niñas Indígenas. Esta iniciativa es fruto de lo ya sembrado y necesita de nuestra energía para lograr que el Comité de CEDAW adopte formalmente una Recomendación General para Mujeres y Niñas Indígenas en el 2022. ¡Juntas somos más fuertes para hacer realidad un mundo libre del racismo y dela discriminación!  

 1 Aplicación del Convenio sobre pueblos indígenas y tribales núm. 169 de la OIT: Hacia un futuro inclusivo, sostenible y justo,  Organización Internacional del Trabajo, 2019

2 Estudio global sobre la situación de las Mujeres y Niñas Indígenas en el marco del 25 Aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, FIMI, 2020

CAMINANDO JUNTAS RUMBO AL CAMBIO

Lideresas Indígenas de diferentes partes del mundo han participado en el evento virtual “Caminando juntas rumbo al cambio”, en el que han compartido estrategias y puntos clave para que sus voces, perspectivas y demandas se plasmen en una Recomendación General del Comité para la Eliminación de la Discriminación Contra la Mujer (CEDAW en sus siglas en inglés) sobre los Derechos de las Mujeres y Niñas Indígenas. 

La conversación, que ha tenido lugar el jueves 18 de marzo de 2021, ha sido organizada por el Foro Internacional de Mujeres Indígenas (FIMI), MADRE, el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (UNDESA)/ Subdivisión de Pueblos Indígenas y Desarrollo/Secretaría del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas (UNDESA/IPDB-SPFII) y la fundación Rosa Luxemburg-Stiftung (RLS Oficina Nueva York).

A modo de bienvenida, la Sra. Teresa Zapeta, Directora Ejecutiva de FIMI, ha remarcado la importancia de un instrumento vinculante como la Recomendación General de la CEDAW, que permite “desde el marco internacional incidir de forma directa en las políticas públicas nacionales”. En una misma línea, la Sra. Gladys Acosta, Presidenta del Comité de la CEDAW, ha señalado la importancia que los derechos escritos en un documento lleguen a la vida de las personas. Para ello, el Comité ha puesto a trabajar a un grupo de 15 expertos de diferentes nacionalidades para que realicen consultas colectivas y escuchen las demandas de las Mujeres Indígenas. De este modo, se quiere crear una recomendación que venga “de abajo para arriba”. 

 Justamente, esta recomendación no se empieza a construir ahora, sino que parte de un largo camino en el que compañeras indígenas han trabajado en red y “han conseguido llamar la atención sobre los temas a tratar”, ha remarcado la Sra. Mirian Masaquiza, Oficial Asociada de Relaciones Sociales del Departamento de Asuntos Económico y Sociales de las Naciones Unidas (UNDESA) y moderadora del evento. Y en este proceso de construcción colectiva cada vez hay más actoras. “Desde FIMI  estamos coordinando con las redes regionales de Mujeres Indígenas para tener una declaración que incluya todas las perspectivas”, ha explicado la Sra. Lucy Mulenkei, Vicepresidenta de FIMI y Directora de la Red de Información Indígena.

Buscando la interseccionalidad y la inclusión de voces diversas

En el debate, las Lideresas Indígenas participantes han intercambiado sus puntos de vista y asuntos clave que se deben tener en cuenta en la recomendación. Para empezar, todas ellas han señalado la importancia de mantener las diversidades de las voces, incluyendo mujeres y niñas con discapacidad y de la comunidad LGTBI. “Debemos hacer una interpretación colectiva de los derechos e integrarlos de forma holística en la CEDAW, con un enfoque inclusivo e interseccional para que no se haga nada de nosotras sin nosotras”, ha puntualizado Patrima Gurung, de la Asociación Nacional de Mujeres Indígenas con Discapacidad de Nepal (NIDWAN en sus siglas en inglés).

Por su parte, la Sra. Sara Mux, del Colectiva Ixpop, resaltó la diversidad de voces para recalcar la importancia de “la igualdad entre hombre y mujeres y entre mujeres”. Para ello, la CEDAW es un “instrumento estratégico para hacer visibles las múltiples capas de la discriminación y del racismo”, ha comentado.

El concepto de la tierra para las Mujeres y Pueblos Indígenas

Otro aspecto fundamental que hace especialmente necesaria una recomendación general específica sobre los Derechos de las Mujeres y Niñas Indígenas diferente de la recomendación sobre Mujeres Rurales es el concepto de conexión con la Madre Tierra entendido por los Pueblos Indígenas. Como ha explicado la Joven Indígena Sareya Taylor, de la White Mountain Apache Tribe, representante del ECMIA Norte “para muchas personas la tierra es simplemente tierra, pero para nosotros los Pueblos Indígenas, la tierra es nuestra madre, la que nos sostiene. El respeto a la tierra es muy importante porque nos permite sanarnos”.

Para ello, el control sobre la tierra, el territorio y los recursos naturales, que traducido a las estructuras de poder occidentales y dominantes se refiere al acceso a la titularidad de la tierra es clave para “asegurar el empoderamiento económico de las Mujeres Indígenas y reducir la pobreza”, ha asegurado la Sra. Lucy Mulenkei. Asimismo, Patrima Gurung ha señalado que “estas estructuras de los estados sobre la tierra suponen una barrera para nuestras vidas y nos someten a un proceso de invisibilización muy duro de romper”. 

La educación y la reducción de las violencias

La educación y la reducción de las violencias han sido otros temas centrales de la conversación. Por una parte, la educación es una herramienta fundamental para lograr una mejora de la vida de las Mujeres y Niñas Indígenas. 

Por otra parte, tanto Sareya Taylor como la Sra. Shilpa Pullela, Vicepresidenta de la Mesa de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW), han mostrado cómo los diferentes tipos de violencias son más acentuados para Mujeres Indígenas. En Australia, por ejemplo, las Mujeres Indígenas se enfrentan a 32 veces más violencia que una persona no indígena. 

Shilpa Pullela sugiere combatir las violencias mediante procesos de consulta en los que las Mujeres Indígenas puedan hablar de lo que ellas crean importante, sin una agenda impuesta desde arriba, como se ha hecho con el reporte Wiyi Yani U Thangani.

Como ha comentado Pullela y Masaquiza para cerrar el evento, este año es de vital importancia que las Mujeres y Niñas Indígenas continúen luchando para que sus voces sean incluídas en la Recomendación General del Comité de la CEDAW y en la 65º edición de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW65). 

En esta línea, la Sra. Gladys Acosta, ha ofrecido una recomendación para las organizaciones de Mujeres Indígenas: que tomen los 16 artículos de la Convención, los lean y debatan en sus comunidades, y hagan llegar al Comité  sus puntos de vista para que se incluyan en cada uno de los artículos. De esta manera se podrá hacer llegar el “mensaje global” de las Mujeres Indígenas hacia “un mundo que se ha desorientado, que ha perdido la conexión con la tierra y los seres humanos y que ha privilegiado la riqueza per se”, ha comentado Acosta. “Y ustedes nos retornan a lo central, a lo fundamental”, ha reconocido. 

Aunque la COVID-19 ha dificultado esta tarea, pues muchas Comunidades Indígenas no cuentan con electricidad, menos aún con internet,  las redes de Mujeres Indígenas del mundo siguen haciéndose escuchar. En los próximos meses, se van a realizar muchas otras actividades como parte de la campaña para llevar las demandas de las Mujeres Indígenas a la Recomendación General del Comité de la CEDAW. El objetivo es empujar para que las instancias internacionales y los estados nacionales adopten unos máximos que respeten nuestros derechos individuales y colectivos y hagan de este un mundo mejor. 

MUJERES INDÍGENAS CONSTRUYENDO LA IGUALDAD DE GÉNERO

La mejor forma de descolonizar el mundo es re-indigenizar los espacios en los que buscamos la igualdad y condiciones paritarias.  No queremos estar por encima de nadie. Iniciamos este evento cantando porque de esta manera honramos todo lo que somos.  Agradecemos a las ancestras que nos permiten estar aquí. También, comenzamos reconociendo los elementos espirituales para tener la fuerza que crea la vida y lograr una conversación que de frutos.

Como lideresas Indígenas hemos compartido un espacio de diálogo dentro del Foro Generación Igualdad en México. Para unir voces y establecer estrategias que venzan los desafíos estructurales que enfrentamos alrededor del mundo. La sesión, celebrada el 30 de marzo de 2021, organizada por el Foro Internacional de Mujeres Indígenas (FIMI) y contó con la participación de Lideresas Indígenas con amplia  trayectoria local, regional e internacional. La importancia del  evento radica en la inclusión de  las voces de las Mujeres Indígenas en las acciones transformadoras que resulten del Foro para alcanzar la igualdad efectiva de género.

Las Mujeres Indígenas llevamos tiempo preparándonos y trabajando para tener incidencia política en los espacios internacionales. FIMI y las redes regionales —el Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las Américas (ECMIA), la Alianza de Mujeres Indígenas de Centroamérica y México, la Organización de Mujeres Indígenas de África, la Red de Mujeres Indígenas de Asia y la Alianza Nacional de Mujeres Aborígenes y de las Islas del Estrecho de Torres—, han realizado un trabajo preparatorio en dos sesiones previas, para llegar al Foro Generación Igualdad con un mensaje claro y consensuado entre la diversidad de voces. 

Además, este posicionamiento común lo presentamos  el 10 de febrero de 2021 en un diálogo de alto nivel entre Mujeres Indígenas y actores claves en colaboración con la embajadora de México, Sra. Yanerit Morgan. “El Foro es un evento muy importante para subrayar los desafíos y contribuciones de las Mujeres Indígenas desde lo local a lo global”, ha enfatizado Sandra Creamer, Lideresa del pueblo Wannyi/Kalkadoon de Australia y miembro de la Junta Directiva de FIMI.

Nuestro caminar desde Beijing 

Todo este trabajo de incidencia ha sido posible gracias al camino que abrieron las Lideresas Indígenas en la Conferencia de Beijing de 1995. La Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer  marcó un hito histórico en el que “las Mujeres Indígenas del mundo presentamos por primera vez una declaración que representara nuestro pensamiento. Creamos una opinión de carácter internacional”, ha explicado Dialys Ehrman, Lideresa Indígena del pueblo Kuna de Panamá y quien participó en la carpa de Mujeres Indígenas en Beijing. Fue también a partir de ese momento que empezaron a emerger organizaciones de Mujeres Indígenas de forma más articulada.

Desde entonces, “las Mujeres Indígenas nos hemos empoderado y hemos aprendido a negociar, a hacer incidencia a través de los organismos internacionales, a preparar documentos, a hacer estudios e investigaciones y a empezar a contar nuestra propia historia”, ha añadido Ehrman. 

Desafíos estructurales de las Mujeres Indígenas

Sin embargo, las Mujeres Indígenas alrededor del mundo continuamos enfrentándonos a desigualdades estructurales que nos impiden el pleno ejercicio de nuestros derechos. Emily Lerosion, Lideresa Indígena del pueblo Samburu de Kenia y directora y fundadora de la organización The New Dawn Pacesetter, ha señalado algunas de las cuestiones clave. 

Para iniciar, el derecho a la educación. “Aquí es donde empiezan todos nuestros problemas”. En cuanto llegan megaproyectos a las comunidades, por ejemplo, “debido a la falta de educación, como Mujeres Indígenas no tenemos el conocimiento para oponernos a estos proyectos”, ha explicado, Lerosion. 

El derecho a la palabra y a expresarnos por nosotras mismas sobre lo que nos impacta también es fundamental. Adriana Uex, joven lideresa Maya y miembro de la Coordinadora Nacional de Mujeres Indígenas de México (CONAMI), ha hecho un llamamiento a que no se hable por nosotras y que se dé voz a liderazgos jóvenes e indígenas. Desde las Juventudes ha expresado la voluntad de “estar presentes como sujetas de derecho, no desde una visión paternalista”. 

Uex también ha abogado por una “participación efectiva”, en vez de una “inclusión paliativa”. “La diversidad de voces debe estar en la toma de decisiones sobre todo aquello que nos atraviesa. En un mundo ideal, no tendríamos que estar exigiendo todo esto, sino que tendríamos que estar reconocidas como sujetos políticos y de derecho”, ha sentenciado.  

Emily Lerosion ha puesto como ejemplo las dificultades que genera la falta de voz propia en una problemática como las prácticas tradicionales que vulneran los derechos de Mujeres y Niñas Indígenas. “Como mujeres no tenemos derecho a opinar u  oponernos y esto nos deja en una situación de víctima”.

Mujeres Indígenas como agentes de cambio

Para revertir esta etiqueta impuesta de víctima, las Mujeres Indígenas nos posicionamos como agentes de cambio. “Por supuesto vivimos las desigualdades”, ha comentado Teresa Zapeta, Directora Ejecutiva de FIMI, “pero esta etiqueta impide ver que somos capaces de construir y que seguimos haciéndolo”. En todo el mundo, las Mujeres Indígenas nos hemos organizado para enfrentarnos a los desafíos. “Creamos nuestras propias organizaciones a nivel comunal, regional y nacional. Esto nos permite tener un concepto de grupo y compartir experiencias y estrategias”, ha afirmado Emily Lerosion. 

Esta capacidad organizativa ha sido una de las aportaciones más valiosas de las Mujeres Indígenas, la cual se ha visto reforzada durante la pandemia. Por ejemplo, Dialys Ehrman ha explicado cómo el rol de las mujeres ha sido fundamental para establecer el protocolo de la COVID-19 en la comarca indígena de Kuna Yala, en Panamá. 

Otro de los grandes aportes de las Mujeres Indígenas en este proceso hacia la igualdad ha sido entenderla “no sólo como un asunto de poder entre géneros, sino como algo que trastoca a todas las diversidades”, ha explicado Teresa Zapeta. Tanto la interseccionalidad como el concepto de justicia ambiental “son una aportación de las Mujeres Indígenas y ahora son temas esenciales en el Foro”. 

Pero para que las palabras se conviertan en acciones transformativas,  es necesario que las Mujeres Indígenas sigamos luchando por nuestros derechos, alzando nuestras voces diversas. 

LAS MUJERES INDÍGENAS POSICIONAMOS NUESTRAS VOCES EN EL FORO GENERACIÓN IGUALDAD

Varias Lideresas Indígenas han participado en diversos eventos del Foro Generación Igualdad, celebrado entre el 29 y el 31 de marzo de 2021 de forma virtual. A través de su participación, las Mujeres Indígenas del mundo hemos podido llevar nuestras voces, demandas y estrategias a esta reunión mundial que establece las acciones transformadoras que se van a tomas en los próximos cinco años para alcanzar la igualdad de género.

En los eventos virtuales se ha hablado del papel de las Mujeres Indígenas frente al cambio climático, el impacto de la COVID-19, las diversas violencias y desigualdades a las que aún nos enfrentamos como Mujeres y Niñas Indígenas y la dirección que debe tomar el movimiento feminista.

“Nadie quiere un movimiento feminista solo de académicas y de clase alta. El feminismo se articula en las diversidades, dialogando”, ha subrayado Tarcila Rivera Zea, activista quechua y Presidenta de la Junta Directiva del Foro Internacional de Mujeres Indígenas (FIMI-IIWF). Así pues, este evento ha sido una gran oportunidad para que las aportaciones particulares de las Mujeres Indígenas se incluyan en la agenda global hacia la igualdad de género.

La necesidad de una perspectiva interseccional y decolonial en el movimiento feminista

En todo el Foro, la palabra que ha unido las voces de las Mujeres Indígenas ha sido la interseccionalidad. “El desafío es que después de este Foro no nos quedemos en el discurso, sino que e aplique la interseccionalidad”, ha recalcado Myrna Cunningham, cofundadora y vicepresidenta de la Iniciativa Indígena para la Paz. “El modelo colonial se está reforzando en el mundo y si no introducimos la interseccionalidad vamos a seguir viendo las cosas homogéneas”, ha añadido.

A lo largo de los años de lucha, las Mujeres Indígenas hemos ido conquistando importantes derechos, sobre todo respecto el derecho normativo mediante la adopción de instrumentos legales, internacionales y nacionales que presionan a los Estados a adoptar políticas concretas.

Sin embargo, como ha comentado Norma Don Juan Pérez, Coordinadora Nacional de Mujeres Indígenas de México (CONAMI), “los avances se ven opacados por políticas racistas y sin interseccionalidad”, que continúan generando múltiples violencias contra las Mujeres Indígenas. “Para ellos necesitamos cambiar el ejercicio de poder”, ha afirmado Norma Don Juan, “necesitamos que se reconozca nuestra capacidad para resolver problemas, que se nos considere sujetas de derecho y que podamos definir como queremos materializar nuestros derechos”.

Tarcila Rivera Zea ha dado algunas soluciones prácticas para incluir la interseccionalidad y hacer frente a los desafíos específicos de las Mujeres Indígenas. Una es impulsar la recomendación general del Comité de la CEDAW sobre los Derechos de las Mujeres y Niñas Indígenas.

También es importante fomentar las oportunidades económicas y que las organizaciones de Mujeres Indígenas reciban financiación de forma más directa. Para ello es necesario creer en su capacidad de gestionar los recursos, como ha apuntado Monica Aleman, coordinadora principal del BUILD Program de la interseccionalidad para no dejar de lado a ningún sector de la sociedad.

Las Mujeres Indígenas somo las mejores guardianas de la Madre Tierra.

Hay cierto consenso en que las Mujeres Indígenas somos las más afectadas por el cambio climático. La pérdida de cosechas a causa de inundaciones y sequias extremas merma los avances logrados en seguridad alimentaria. “El cambio climático es una pesadilla en mi país”, ha reconocido Hindou Oumarou Ibrahim, cofundadora y presidenta de la Asociación de Mujeres y Pueblos Indígenas del Chad.

Pero al mismo tiempo, las Mujeres Indígenas nos posicionamos como portadoras de soluciones. En la comunidad, “Ellas son las que transforman, quienes tienen un conocimiento detallado del clima y su entorno y las que pueden proponer soluciones medioambientales. Ellas deberían estar presentes en las mesas de negociación de los planes nacionales”, ha añadido Hindou Oumarou Ibrahim. Con la crisis de la COVID-19, por ejemplo, se han puesto en valor las prácticas de sanación, espiritualidad y medicina tradicional.

Además, las Mujeres Indígenas, como guardianas y defensoras de la Madre Tierra, llevamos tiempo incidiendo en “el concepto de violencia ecológica y ambiental”, que ha “retado y ampliado el concepto de violencias”, ha explicado la Lideresa Indígena nicaragüense Myrna Cunningham.

Tanto para los desafíos que plantea el cambio climático como la COVID-19, Lucy Mulenkei, vicepresidenta de FIMI, tiene una recomendación: “no trabajen solas”. “Necesitamos trabajar con niños y niñas, juventudes, familias y comunidades”.

Persisten las violencias y desigualdades contra Mujeres y Niñas Indígenas

Aunque ha habido avances importantes en materia normativa y legislación específica, que ha derivado en políticas y programas gubernamentales para prevenir las violencias, aún queda trabajar para que si implementación se traduzca en una realidad. Las Mujeres Indígenas, negras y/o con discapacidades seguimos siendo las que más morimos y las más criminalizadas. “El problema es la desigualdad estructural y económica que generan las violencias”, ha explicado Elvira Constantina Pablo Antonio, de la Red Nacional de Mujeres Indígenas de México.

Pra Adriana Uex, Joven Indígena y miembro de la Coordinadora Nacional de Mujeres Indígenas CONAMI, “el racismo y la discriminación son las barreras” de estas desigualdades, que se ven traducidas en la falta de acceso a los sistemas de salud estatales, la prohibición al derecho a decidir sobre nuestros cuerpos o los matrimonios infantiles.

Otra de las violencias que afecta de forma muy intensa a las Mujeres Indígenas es la apropiación de los territorios indígenas por parte de empresas transnacionales, que agrava con la impunidad y la violencia estatal. “Necesitamos dar respuestas globales” desde una perspectiva “intercultural y feminista”, ha recomendado Norma Don Juan Pérez, de CONAMI.

Para Sandra Creamer, Directora Ejecutiva de la Alianza Nacional de mujeres Aborígenes y de las Islas del Estrecho de Torres y miembro de la Junta Directiva de FIMI, hace falta rendición de cuentas de parte de las empresas y los estados. “Debemos construir estándares internacionales y articularnos en las convenciones y guías de Derechos Humanos”, ha señalado.

Con la pandemia de la COVID-19, estas desigualdades se han agravado. Los súper ricos han obtenido grandes ganancias y las disparidades se han intensificado. “Muchas Mujeres Indígenas han tenido que migrar de las zonas rurales a la ciudad, donde no tienen acceso a los servicios”, ha explicado Teresa Zapeta, Directora Ejecutiva de FIMI.

Esto nos deja “un marco complejo, donde hay avances pero también se han acentuado mucho las violencias”, ha concluido Norma Don Juan Pérez. Por eso, las Mujeres Indígenas hacemos un llamamiento a la acción. En palabras de Elvira Pablo, del Grupo de Trabajo Jóvenes Generación Igualdad: “estamos cansadas de escuchar palabras y compromisos sin acciones inmediatas. Ahora es el momento de pasar a la acción”.